El intrepido español Vasco Nuñez de Balboa, fue el que descubrio el Oceano Pacifico el 29 de septiembre de 1513 y le decian el "Mar del Sur". Nueve años despues en 1522, el Español el descubridor y conquistador, Gil Gonzales Davila, acompañado del piloto Andres Niño, salio de la Isla Española, atravezando el Istmo de Panama y dividio en dos columnas la expedicion, mandando Andres Niño por agua y El por tierra, con rumbo oeste se dispusieron a descubrir nuevas y misteriosas tierras de riquezas caudalosas que decian existian y en busca del legendario "El Dorado".
En su empeño de conquista libraron varios combates con los indigenas que poblaban lo que hoy es La Republicas de Costa Rica y Nicaragua, venciendo toda clase de obstaculos que le oponian los elementos naturalez y los indigenas, logro llegar al fin a un golfo que los indios llamaban "Chorotega" o "Pojeca" cuya configuracion y amplitud llamaron profundamente su atencion. Bautizandolo con el apellido de su protector, el Presidente del Consejo de Indias y Obispo de Burgos Don Juan Rodrigues de Fonseca.
Conocio este intrepido Explorador y conquistador de las tierras de Honduras, una isla, que por su bella configuracion y su situacion, casi en el centro del golfo, desperto su mas vivo interes; ella era nuestra actual Isla del Tigre, a la cual dio el nombre de "Petronila" en honor de la hija de su protector.
Por la decada 70s del siglo XV, empeso a operar en esta Isla un grupo de Piratas al mando de Francis Drake y desde ese entonces y al rededor del año 1579 los indigenas de la zona enpesaron a llamarle a la Isla "Tecuantepetl" o "Cerro del Tigre", porque ellos asi calificaban a Drake y sus hombres como unas fieras salvajes y sanguinarios.
El Puerto de Amapala fue fundado el 17 de Octubre de 1833, se encuentra al sur de la Republica de Honduras; al este de El Salvador y al noroeste de Nicaragua.
De sus costas,corresponden unas 100 millas a Honduras, 57 a Nicaragua y 25 a el Salvador, es decir el mayor frente y lo mas importante le corresponde a Honduras.
Por sus brillantes condiciones El Puerto de Amapala en el golfo de Fonseca viene a ser tan importante como El Golfo de Trieste en el Mar adriatico, como El Genova en el Mar Tirreno, como El Salonica en Gracia o como El Tarento en el Mar Jonico.
Desde la época de la República Federal, tanto José Cecilio del Valle como Francisco Morazán estuvieron abiertos hacia las políticas de colonización que vinieran a impulsar el desarrollo económico de la región, siempre y cuando se respetaran los fueros soberanos y la dignidad de nuestros pueblos. Francisco Morazán, en particular, estuvo interesado en estrechar los lazos políticos, económicos y amistosos con los liberales de la vieja guardia napoleónica y con los liberales de la Francia constitucional del período del "Rey Burgués" Luis Felipe de Orleáns(1). La misma Constitución Federal establecía que "la república es asilo sagrado para todo extranjero, y la patria de todo el que quiera residir en su territorio".
En Honduras, el proceso de inmigración se iniciará cuando, durante el gobierno del general José María Medina, se promulga la primera Ley de Inmigración, el 26 de Febrero de 1866. De acuerdo a investigaciones realizadas por estudiosos de la historia de nuestro país, el primer inmigrante en poner pies en suelo hondureño fue Carlos Dárdano, natural de Cerdeña, Italia, iniciándose así la llegada de extranjeros desde 1838(2), quienes se instalaban en su mayor parte en la Costa Atlántica y el Sur de Honduras.
El gobierno reformador de Marco Aurelio Soto (1876 ) y los que le siguieron, coincidieron temporalmente con el fenómeno de la inmigración masiva de Europa hacia América que surgió entre 1860 y 1930, la que se debió en su mayor parte a la desocupación y el marginamiento socioeconómico provocado por la Revolución Industrial y por las persecuciones ideológico – políticas del momento.
Es en el sur de Honduras donde comienzan a surgir casas comerciales, bajo las denominaciones y propiedad de José Rossner, Teodoro Kohncke, Roberto Motz, Jorge Schmuck, Luis Stiehle, Enrique Kohncke, Francisco y Ernesto Siercke, Pablo Ulher, Erick Paysen, Federico Dreschel, Pedro César Abadie, A. Leitzelar, Ricardo Streber, Otto Eurcher, A. Bermhort, Federico Werling, Juan Stradtmann, Carlos Dárdano, Hugo Rinker, José y Miguel Tavarone, Hipólito Agasse, Juan B. Gattorno y Demetrio Bennedetto. En términos generales, los grupos de inmigrantes europeos incluían familias o individuos criando sus hijos en estas tierras, otros contrajeron matrimonio con jóvenes de la localidad o mantuvieron relaciones extramaritales con mujeres a quienes regalaban casas y propiedades.
En 1833 fue fundado el Puerto Franco de Amapala, en el Gobierno del General Francisco Ferrera. A finales del siglo XIX y XX, Amapala fue punto estratégico de la economía hondureña debido a la afluencia de inmigrantes provenientes en su mayoría de Europa, quienes la convirtieron en un puerto de alta albergadura y en donde, la actividad exportadora, pronto se convirtió en un poder económico secundario (luego del enclave bananero).
Bajo el gobierno de José María Medina, Amapala se constituye como municipio del departamento de Choluteca el 16 de julio de 1869, cito acuerdo:
ACUERDO QUE ESTABLECE UNA MUNICIPALIDAD EN AMAPALA
Ministro de Relaciones Interiores y Gobernación. República de Honduras. Comayagua julio de 1869. Señor Gobernador Político del Departamento de Choluteca. Con esta fecha ha dictado el Ejecutivo el acuerdo siguiente: José María Medina, Capitán General y Presidente de la República, CONSIDERANDO: Que el incremento progresivo de la población en el Puerto de Amapala, demanda la creación de autoridades en el orden Gubernativo y Judicial, para conservar la paz y a las garantías individuales. En uso de sus facultades.
ACUERDA: Artículo 1. Se crea una Municipalidad en dicho Puerto, compuesta de un Alcalde, un Regidor y un Síndico. Artículo 2. Tan luego que se organice, presentará la terna para Juez de Paz ante la respectiva. Artículo 3. El Gobernador de Choluteca procederá inmediatamente a de tales autoridades. Dado en Comayagua a 16 de julio de 1869. José María Medina. Al Ministro del Interior. Y lo transcribo a usted para su y efecto consiguientes, suscribiéndome su atento servidor. Rocha.
Cierto es que los inmigrantes se insertaron en el sistema productivo nacional, pero durante la Primera y Segunda Guerras Mundiales, los ciudadanos alemanes se vieron afectados por embargos que el Gobierno de Honduras realizó como política de los aliados a los Estados Unidos para con los ciudadanos de países considerados enemigos en los conflictos. Más vigorosa fue la segunda confiscación: en el año de 1941 el Gobierno de Honduras ordena el congelamiento de todos los bienes de los alemanes residentes en el país y varios meses después ordena el remate de los mismos, algunos de los alemanes considerados de mucho cuidado por la embajada de Estados Unidos, son deportados a campos de concentración en aquel país, a otros se les permite sobrevivir en suelo hondureño en lo que pudieran trabajar. Los alemanes, aún después de la guerra, no pudieron recuperar su antigua preeminencia comercial como resultado de la no-devolución de sus bienes y propiedades por parte de la administración de Carías Andino. Ellos llegaron a constituir el sector empresarial más dinámico y pudiente de la región centro y sur del país, controlando los renglones más lucrativos del comercio de importación y exportación vía Amapala-San Lorenzo; con una red de sucursales distribuidas en grandes y medianos centros poblacionales con un exitoso sistema de ventas al mayoreo y al detalle, expandiendo sus actividades económicas hacia otros rubros tales como haciendas, beneficios de café, representaciones, banca, fábricas, embotelladoras, procesadoras y hasta una línea aérea. Más que un confiscamiento de bienes, fue un estancamiento económico en especial de la zona sur del país, aunque no dejó de afectar el resto de Honduras.